'Dibujo de un zorro herido / Dibuix d’una guineu ferida' clava la mirada en cómo descubrirse a sí mismo a través de otros - Centro Dramático Nacional

‘Dibujo de un zorro herido / Dibuix d’una guineu ferida’ clava la mirada en cómo descubrirse a sí mismo a través de otros

 

El montaje, creado por Oriol Puig Grau, cuenta la historia de Ferran, un profesor de infantil interpretado por Eric Balbàs que se obsesiona con un pintor fallecido con el que se siente identificado

 La obra, que se estructura en forma de monólogo, puede verse del 17 de octubre al 16 de noviembre en el Centro Dramático Nacional

 

Madrid, 14 de octubre de 2025. “Un relato sobre alguien que, jugando a ser otro, se habita a sí mismo por primera vez”. Así describe el dramaturgo y director Oriol Puig Grau Dibujo de un zorro herido / Dibuix d’una guineu ferida, texto que escribió en el marco del programa de Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional durante la temporada 2023-2024 y que podrá verse sobre las tablas, del 17 de octubre al 16 de noviembre, en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero.

El montaje tiene como protagonista a Ferran, un profesor de infantil que se encuentra con el autorretrato de Daniel Gómez Mengual en una galería de arte. El cuadro fue pintado hace cuatro años y el artista falleció poco después en un accidente de coche. Su vida acabó de golpe y es ahí donde empieza la obsesión de Ferran por su cuerpo y por cómo quedó tras el choque.

Oriol Puig Grau explica que Daniel Gómez Mengual es el alter ego y reflejo de Ferran, por eso se convierte en una obsesión para el personaje. “La entrada del doppelgänger en mi terreno de juego abrió interrogantes sobre identidad y deseo. Las diferencias entre los dos protagonistas se transformaron en un espacio donde explorar qué construye a una persona; qué articula cómo mira el mundo y cómo se mira a sí misma”, cuenta.

 

La dirección de Oriol Puig Grau ha optado por un intérprete único para hablarnos también escénicamente de la identidad. En este sentido afirma que “el montaje estaba pensado al principio para más actores, pero había algo que no acababa de cuajar. Me di cuenta de que la temática principal que quería abordar es el individuo y la identidad. De repente tuve una pequeña epifanía y empecé a jugar con la idea de que solo fuera un único actor, aunque hubiera muchos personajes”.

El público verá al actor Eric Balbás en escena dando vida, no solo a Ferran, voz narradora del relato, sino también a 35 personajes con los que se cruza en su camino de autodescubrimiento. En palabras del intérprete: “Soy uno y soy multitud. Cuando empezábamos a ensayar me daba la sensación de estar actuando en un espacio lleno de voces. Tú exploras una escena desde tu personaje, pero aquí se fragmenta la cabeza y tienes que hacer el switch entre uno y otro muy rápido”.

El montaje: una sala de profesores como escenografía y multitud de tops de luz y sonido

Al igual que en la obra hay muchos personajes, también son multitud los espacios por los que se mueven. Entre todos ellos, la escenografía, creada por Monica Boromello, nos lleva a un colegio. Oriol Puig Grau explica que tomó esa decisión porque, aunque la pieza también muestra escenas de ensoñación, tenía la necesidad de que todo ello estuviera contenido en un marco realista: “La escenografía es una sala de profesores, que no deja de ser un espacio un poco impersonal. Es un espacio de paso, pero con toques de infancia”. Todo el entorno escolar tiene mucha presencia en la obra, desde las clases y los pasillos hasta el despacho de la directora. Con su interpretación y sus palabras, Eric Balbàs también nos evocará otros ambientes, como un autobús, una cafetería o su propia casa.

La iluminación de Marc Salicrú, el vestuario de Ana López Cobos y la música y el espacio sonoro de Fernando Epelde contribuyen a la construcción del ambiente, que oscila entre la realidad y el mundo de los sueños del protagonista, al igual que al ritmo de la obra. “Cuando escribía la pieza tenía la sensación de que era muy nostálgica y a cámara lenta. Al pasar de autor a director me di cuenta de que necesitaba mucha caña. Por eso hay muchos tops en la obra, de luces y de sonido, que además sirven para acompañar a Eric Balbàs. Las luces y el sonido van a todo trapo”, explica Oriol Puig Grau.

 

 

El proceso de creación de Dibujo de un zorro herido / Dibuix d’una guineu ferida

Oriol Puig Grau ideó y creó su obra en el marco de las Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional. “En la primera reunión, lo que me guiaba era más una sensación que una idea concreta. Sabía que la pieza que iba a construir tendría tonos nostálgicos y solitarios. Las versiones de canciones ralentizadas y con reverb de TikTok nos llevaron ─a mis compañeros de residencia, al equipo del Dramático y a mí─ a conversar sobre jugar con el tiempo: estirarlo, comprimirlo. Y el concepto de ensoñación apareció en varias ocasiones”. Todo este material acabó por coger forma cuando “Patricia Highsmith pisó la constelación creativa que me ocupaba. Su Tom Ripley vertebró a mi Ferran y su Dickie Greenleaf, a mi Daniel”.

 

Las preguntas que se activaron en su creador cuando leyó El talento de Mr. Ripley son las que se perciben en el texto. “Una de las más grandes es quiénes somos: qué parte de nosotros está construida por nuestra experiencia vital y qué parte es esencial. De ahí la decisión de que el protagonista sea un profesor de infantil y esté en contacto con niñas y niños de cinco años que están empezando a construir su mirada del mundo, su personalidad teniendo ya experiencias vitales que les condicionan”.

Dibujo de un zorro herido / Dibuix d’una guineu ferida, producción del Centro Dramático Nacional, podrá verse del 17 de octubre al 16 de noviembre en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero.